Martín Chirino, reconocido representante de la escultura abstracta española, nace en Las Palmas de Gran Canaria en 1925. Su pasión por la artesanía le conduce a forjar el hierro para crear su obra, inspirada en la cultura ancestral canaria y el vínculo geográfico entre su tierra y África. En 1958, Chirino se incorpora al grupo "El Paso" junto con otros artistas españoles contemporáneos, para, más tarde, continuar su carrera artística en Estados Unidos tras la exposición 'New Spanish Painting and Sculpture' en el MoMA. En su proceso creativo se hace evidente el protagonismo del hierro como metal conductor de una obra que busca su máximo potencial expresivo con un mínimo de materia. Sus esculturas, por lo común de grandes dimensiones, responden a un doble impulso: por un lado, el diálogo con el arte primitivo y los materiales y el paisaje nativo de las Islas Canarias y, por otro, un poderoso impulso de signos que genera todo tipo de geometrías espaciales, por lo general curvas (espirales), capaces de iluminar el espacio que las rodea y de ser, a la vez, para quien las contempla, enigma y revelación.